F"roMo III. GUADALAJARA, MÉXICO, ÜCTUBRE 1 :;¡ DE 1898. NúM. 10. LUTERO E~Y LA E/::JCALERA DE PILATO/::J. El Gran Evangelio. decadencia moral de la r·aza siempre a estado asociada con las enfermeda- des ó las causas de ellas. mn los epi· lécticos hav una inclinación natural hácia P.l robo. N o ha~T ninguna asociación na- tural entra la enfermedad y la piedad, si- no lo contrario. La per·sona que cree ha- berse convertido porque acaba de tener un ataque bilioso, está tan lejos de la san- tidad ·como el que se cree un justo porque la indigestión crónica le da un aspecto llÍ- gubre y una melancolía habitual. El considel'at· un estado enfermizo como santidad es un et~rcH· por· el e8tilo del que eometió u-no que vivió en la Edad 1íe aborreciendo la luz aborre á Cr·is- to quien es la luz;· y sin embargo el abo- rr·ec~ido pide la reconciliación. En cuanto á la recnneiliación el hombre no hada nada si pudiese, y en .su incapa- cidad no podr-ía hacer· nada si quisiera. De maner·a que, todo lo que se ha hecho para efectuar una reconciliación se ha hecho por el Señor. El Perdón del Pecado. El punto de difel'encia entre Dios y el pecador se. ~encierra en esta corta pahibra, per;ado; pn'r·q u e "vuestra~ init¡ uidades han hecho rlivisión entre 'osotros y vuestro Di os; y vuestros pecados han hecho e u brir· su r·ostt·o de vosotros.'' Y 'aquel que desea nuestra reconciliación desea quitar Pste obstác~ulo, y él sólo puede quitar·lo, pero él no har·á esto 'sin et pleno consen- tí miento del pecador. Leetor·, ¿estás pr·on- to á abandoné\ r too os tus pecados? El no os pide que los alejéis de vmwtros porque sabe que no podéis, per·o él os pide que creáis que "cuanto está lejos el m·iente del occidente, hizo alejar de nosotr·os nueHtras rebeliones." En él hay peroón, y quier·e que todos lo reciban y se recon~ cilien con él. Jesús es el qne lleva .nues- tros pecados; porque ~'el Señor· ha puesto sobre él la iniquidad de todos nosotros." ¿Le dejaremos, pues, que él llPve la car- g'fl de tnoos nuestros pecados y que reine en nosotros, 6 vi vi remos .en el pecado, de- jándole que reine en nuestro "cuerpo mor·- tal'' y eligiendo así la suerte de los perdi- dos como n 11estra por·ción '? "Porq ne no tenemos nuestra J ucha eon- tra carne y :-;a.ngre. sino contra los prici- padns, contra las potestades, contra los .. EL AMIGO DE LA VERDAD. 149 gobernantes del muudo; pero triunfó glo- riosamente contra ,todas estas fuer·zas .el Capitán de nuestra salvación y ganó la victoria más gTande que jamás ha visto el mundo, y por medio de la fe podemos ser par·ticipantes de esa vietor-ia, porque la victoria que vence al mundo ~s '~nuestr·a fe.'' La victoria no nos pertenece á no- sotr·os, le perteneee á él. ·"¡Tuya, oh .Je- hová, es ]a grandeza, y el poder·, y la glo- ria, y la victor·ia, y la rpajestad!" l Crón. 29: 11. Así (:OmQ por la·fe recibimos su poder, Act. 1: 8; su grandeza, Sal. 18: 3~, su gloria, $al. 84: 11; I Ped. 5: 1, así tam-_ bién r·eeibimos su victor·ia. ~'Su misma diestr-a le ha ganado la victor·ia, y su san- to brazo,'' y á nosott;os nos da esa vic~­ toria par·a que di.gamos·de tqdo corazón: '·Gr·acias .~Dios que nos da la vietor·ia, por medio de nuestro Señor .Tesucr·istn, y nos bac·e que siempre tri unfem~)S en .Cristo.'' , N u estros enemigos son más poder·osos que nosotros, pero "vosotros sois_de Dios, hijitos m\os, .Y los habéis vencido; porque el que está en vosotros es mayor que el que está en el mundo," y "por·que tragada ba sido la, muerte viG.tor-insame.nte. '.' Pot· tanto él nos dice e'n .medio de Ía for·mida- ble lu_c;ha:. "¡No tetnas, porque conti¡gn es- toy yo; no desmayes, porque yo soy 1!_11 Dios!'' Suya es la victoria, mas ''grac;ias. á Dios que nos da la victoria por .nuestro Señor J esucr.isto." enviado de 1 cielo~ Implorad el Espfritu de Dios. Pedid que él more en vosotros y esté en vosotros. Pr-ecisamente es el don ceiesti al que más necesitáis. Y ''cuando él, el Espíritu, veng·a; él os guis ·gtliará al conocimiento Santo son 'uno. No hay diferencia entr·e de toda vet·dad." ellos. Son uno. Por lo 'tanto' deben es-· Así es "cuando él. ~l Espíritu de ver- tar perfectamente· de acuerdo. De aquí dad, venga, él os guiar!i" Nuestro Ma- r·esulta 'pues, que cuando el Espíritu de estt·o ha enviado su Espír·itu al mundo, Dios es nuestro guía, nos guiará y hos pero no es .s~I~cien~e.si queréis .~o~ar de pondrá err perfecta ar·monía con la Pala- de sus beneficios. Dice el Señor: ''El mo, labra: de Dios. La Palabra no obra ·sola. rará en vosotros y. estará en· voscJtros." Ni el Espír·itu ohr·a: solo; Sorf uno. De ¿Está él, como dicé su Palabra,". m.Oran.do ·.manera que juntos'haceh.la óbra; · - en vo~_L?tros y está él en vosotros? ·O es- Así, pues, cuan~ o tom_a~os la Pal'ab'ra tá él sunplemente.en .el mundo lejos de de Dios, tenem,os en nue~tras ma'rios los vosotros, procurando aún estar. con voso-, tesoros escñaH, en toda tu con ver·sa·ción, agradar á Dios y hacer no tu·,; propia vo- luntad,sino la voluntad de Aquel que te mandó al mundo; si tú puedes d.ecir .no á. una criatura sino á Aquel que te hizo pa· r·a sí mismo, yo te veo, Señor y fin de to- dos mis deseos--entonces la promesa se cumplir·á y todo tu cuerpo quedará ·lleno de luz;-toda tu alma 8e llenar·á de_, 1 uz ce- lesti,a_l-con la g·loria di vi na descansando sobr·e tí. En todas tus conversaciones ten- drás no sólo el·testimonio de una bu.ena conciencia hacia Dios, sino -que s~ ·Es.p)- ritu dará testimonio al tuyo que todos tus cali]i nos le son aceptables. ;«El -Abogado Ori8.tiano Il-ust'ra/do». Cuando Rc)be'rto ~Iorrison se embarcó para China, con el fin de predicat·el.Evan- gelio en aquel lejano -país, ·el capi~án del buque en que había·tomado pasaje-le pre- guntó con ironía: «¿Cree usted que puede hacer alguna impresión en ,-esos cuatro- cientos millones de ·Chinos?» «Nó,» con- testó ~.el heroico misionero, «pero Dios puede hacerla:» ···· "La Luz." 152 EL AMIGO DE LA VERDAD. SECCIÓf'{ ~TO~IAI..t . . . . . ............. ~ .............. . ''Paz en la Tierra." W ~U ANDO nuestro Señor· Jesucristo ~j ~ vino al mundo como el niño t;al- 1 ~.~~ ~ -11 va~or, ~~-s ej,ér·c~tn~ c:Jestia~t>-s ~a­ ~~~:~ ludaron a los pastot esqne estahrin ~~(& en el campo con las palabra!:-1:- ~~'i «¡Gloria á Dios en las alturas y ~ sobre la tierr·a paz. entre los hom- bres.la bueoa voluntad!» (Lue. 2: 14). ¡Qué coro tan pr·ecioso ha de haber sido! La melodía per·fecta de la voz ele cada án- gel, y el tiempo perfec·tn del coro c·eles· tial se confundían en una ar·monía (.'On- mo~edor·a del alma. Pero no era sólo la música, aunq ne su sn bli mi dad encantado· r·a y penetrante estaba infinitamente más allá del alcanee ele los poderesde una des· eripeión huma11a, lo que inundó de g·ozo el cot·azón de los pastol'es. La mú~ica fué más bien el medio por el eual trasmi~ie­ ron las «buenas nuevas de g-ran g-ozo que set·á para todo el pueblo d~ Dios; porque hoy, en la ciudad el P. David, os ha nacicln Salvador·, el cual es Ct·isto, ~1 Señor.» Los cor-azl)nes de ]os hombr·~s han dé haber·' reventado de gozo al oir las bqenas nuevas de que el Salvador-el divino Li- b~r·tador habíá venido. ¡Y ('uán maravillo- sa mente oportuno es el tiempo en que eli- gió venir! El mund6 entero estaba bajo la tir·ánía imperial de lo:s Césat·e:s r·oma· no~. El espíritu militar-y el despotismo universal de las armas imperiales era la idea dominante. La paz del mundo es· taba en las manos de un :solo emperador, y las voces de l~s legiones de Roma :se (•onfundían con los lastimosos clamor·es de los opr·imidos esclavos. Precisamente en medio de esta sujec· ción militar·, y al mismo tiempo también en que la nación Israelita estaba sintien· do fuertemente la carga del yugo roma- no, vinier·on lo:s heraldos celestiales anun · c·iando la lJegada del Príncipe de Paz. ¡Qué buenas nuevas tan preciosas eran estas! Pr·ofetas y sacer·dotes habían si- do inspirados par· a decir todo lo que len- guas humanas podían trasmitir á las· m en· tes de los hombr·es acerca de él. Pero·' aquí está el Cristo. ·es á saber el Señor mismo. ¡Y qué nombre lleva tan satisfactorio para el alma! El ''Pr·íncipe de Paz" vino á este rhundo lleno de conflictos y guerra á proc~amar la paz. Escuchad sus pala· br·as: "¡La paz os dejo; mi paz os doy; no según la da: el mundo, yo os la doy: no sP tur:be vuestro corazón, ni esté medroso!" Juan 14: 27. ~'No como el mundo la dCJ, yo os la doy." Sí. c~iertamente su paz es otra clase de paz, y den e de una mH nera distinta, no como la ~!el munflo. La mejor paz que el mundo· pued~ dar· es impet·fecta.. N o tiene nada completn ó permanente que ofrecer. Pe- r·o Jesús viene como un amigo pPr·soual á c•adn eorazón individual, y le dicP.: ' 1Mi paz os doy.'' Y esta pHz es perfecta; es plena, es C'Om plPta. Cualquiera que ~e ha va sac:iado en la fuente del Príncipe de Pa'z ya no se goza en los placeres del mundo. Ha bebido en la fuente de agua vi va, y ningtlna otra cosa puede refres- c>arle y darle una satisfacción permanen- te. ''Estas cnsas os he di<:>ho, para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis tr-ibulación; mas tened buen ánimo, yo he vencido al mundo!P J LlHn 16: 33. Sí, P.n el Maestro tenemos "paz." Pero ·'en el m un- no tendr-éis tribulación." El'mundo se ha desviarlo. N o está en ar·monía con los principios ele paz. El cnh1zón ~mpeniten-' te está pt·ontn pa1·a h<-wet· guert·a á la más ligera pt~ovocación. Está pronto pant pelear· con el vecino, ó para unirse a.l ejér· cito y pelear con las demás n.acióne~. Los principios de la verdadér·a· paz no están arr·aigados ni creciendo en-ese cor·azón. El cor·azón del mundo dice: HPaz miell- tras todas las eosas me convengan, si no me con viene, g·uerra. '' De maner·a que en tal munrlo los solda- dos del Pr-íncipe de paz no pueden espe- rar otra eosa sino ''trihulación.'' Los que "salen del mundo'' y se convierten verJa.- deramente á Cr·isto y no solamente de nombre, vel'án que elios ~ig-uen un c·ami- no y el mundo otr·o. Y mientl'as que el espír·itu de cr·11el gnerTa esté en lns <.·ot·a· zones de l()s bom bres, los disoípulos Je Cr·isto puedPn estar seguros de sufrir al- g·una tl'ibulaeión. "En el mundo tendréis tribulación." Sin excepción, todos los que estén en una constante· vigilanqia sobrP.· la. pureza y santidad que debe haber· en sus.almas sufrirán per·secución. El Príncipe de Paz no puede armar á sus soldados con ar·mas carnales.· ''Por; que las ar·mas de nuestr,~,-milicia .n.o son carnales, mas son podet'osas ·en Dios para , demoler fortalezas." II Cor. 10: 4. , Así, pues;, ~eomo campeones del Pdnci pe de Paz, debétnos dA testar· la guerra y su con- sig-uiente dPrrarnamiento de sangr·e. Co- mo defensor·es de los-.principios del Maes· tt·o, nuestro corazón no está de ·.parte de la guerra. . No podemos ser tan crueles .. para que le q uit.emos la. vida á· nuestros EL AMIGO DE LA VERDAD. 153 semejantes. ¡Nó, mil veces nó! Una per·- manente paz que no lo per·mite está en el corazón. · El cristiano, como su Señor, está pron. to á sufr·ir toda clase de afiicc:ión .Y de tf'a- bajo, pero la misericor·dia cf>lestial que se ha posesionado de su cor·azón ha~e que sea contrario á su natur·aleza y que le sea imposible asestar· un golpe que lastime ó hiera á-otro. Estos pr:incipios altos y ele- vados implantados en el corazón son el poder· que les ha dado valor y firmeza. á los cristianos, tanto hombres como muje- res, par·a sufrir los más.crueles tormentos que pudieran inventar·se. Miles han sido arrojados á las bestias sal va.jes, mientras que una multitud de espectadores ha aplaudido con _alegría satánica la obra in- humana. ·si_n em,bargo, tan· firmes se han encontrado estable,cidos los pr'Ínl~ipios de la paz en estos cora~ones cristianos que ningún vestigio de ira, mala voluntad ó . venganza ha (~bscprecido loa rostros de estas almas piadosas~ . ~ Los. enemigos del Señor. proeuraron constantemente destr·üit~ su alma. Todo el tiempo se h¡:1.cían conspiraciones secr·etas contr~ él. Sin embargo, fué el ser más misericordioso que jamás pisó la tierra.. Fué li:t per~onificación di vi na de la "paz y buena voluntad para con lo::; hom bn"\s.'' Y esa paz y buena voluntad jamás le aban- donó. Aun las tortut~as de la cruz no pu- dieron arrancar oe sus labios una palabra. dura ó un sentimiento ásper·o. Los sufri- mientos producido~ por· los instrumentos más diabólicos.de muer·te que jamás fue- ron inventado.s, no pudieron agotar los r·audales de paz. que eran la vida de la. sangre de su tier·no corazón. Olvidadizo de sus sufdmie.nt.os, .. y sin :fijar·se en las in- dignidades y t·eproches que habían amon- tonado sobr·e él, sus últimos momentos los gastó derramando· la or·ación: ~~Padre, perdónales. ,, · . . . ¡Qué escena tan admirable se nos pre- senta aquíf ¡Qué lec~ión práctica se nos da por el Pr·íncipe de. Paz! El que man- daba el ejército de los> cielos y que podía . haber llamado legio[les de ángeles para que de8truyesen á sus en(lmigos, ofrece en su lúgar· una or·a~ión. . . · Jesús de Na.iaret es .. un Maestro admi- r·able. Su vida es una vida admirable. Su paz es una paz. admirable. ¡ .. F. Los heraldos celestiales Cantan con sonora voz: t,9·lorial al.Rey rec-ién nacido, , Qtte.de;l cielo. descendió! .. Paz, miseri~or·dia plena, Fr·an(·a reconciliación Entre Dios, tan agraviado, ·Y el mor·tal que !e ultrajó. · Salve, Príncipe glorioso De la paz y del pet·dón; Salve á Tí que de justicia Er·es el di vi no Sol! Luz y vida resplandecen A tu grata apar·ición~ Y en tus blancas alas tr·aes La. salud al pecador. Nace manso, despojado De su gloria y esplendor·, Porque no muramos todos En justa condenación; Nace, sí, para que el hornbre Tenga en él resur-rección, . Nace par·a que renazca A la vida. el pecador. J: Sección <15enera([ lQUÉ COSA ES NUESTRA VID.~? Por todas partes hay lazos de u nió.n que Re extienden y atan fuerteménte en un gran tejido á todo fragmento humano, .y Pstas adhei·enr.ias son inquebrantables. Po- dernos ignorarlas, pero no podemos ro m-_ per ninguna; podemos ser des lea les con todas. pero no podemos corta.r un hilo de nuestras obligacionos. U na poca de reflexión nos mostrará ~u á- les son estas conexiones: ¿De dónde somos? ¿ euál es el origen de .esta ,vida que lleva- mos? ¿cnáles son nuestras relaciones con Dios el Creador~ Nuestra virla brotó de su mano, y no sólo eso, sino que dependemos de él. Luego, cuando nos consi4eramos como cristianos, este pensamiento se haee m n· cho más profundo. A Qué cosa es u na vida cristiana? .... Es una vida arrancada de la ruin·a del pecad0 y adherida á la. vida de Cristo. L.ejos de él los hombres no son sino ramas marchitas, y .-;in vida; pero cuando se adhieren á él se :tornan ramas vivas, cubiertas de hojas. y frutos. ·Cuando pensamos así, vemos á Cristo como el uni- co gran cet1tro vi~al del mundo, y n.os.otros . mismos nos constderamos como VIVIendo sólo pot él·, estando el pequeño ft·ag~ento de nuestro ser enteramente dependiente de él para toda belleza, bendicióQ y esperan· . za. VivÍ m os solamente en él. Toma nues- tros pecados y nos da j~sticia.: toma n?es- tra debilidad y ·la. une a su m1s.ma glortosa plenitud ae -fortaleza, como rama. ingertada 154 EL AMIGO DE LA VERDAD. á un árbol. Nuestra vaciedad la une á su divina entereza. De esta relación pror,eden las obligacio· nes más íntimas y exten~as para Dios: obli- gaciones de grati tnd, alab·tnza, c~on fianza, obedeincia y ~ervicio. N •1estra vida no es nuestra, en ninguna manera. Su objeto no se e u m pie á no ser que se viva llevando á cabo el fin para que fué ereada y redimida. ProfundizamoR más, y hallamos una ma- ravillosa red de relaciones qne unen nue~· tros seres fragmentarios al gran tejido de vida que nos rodea. Hay mil lazos que nos ligan á nuestros prójimos: casa, iglesia, país, sociedad, y también á la verdad, la huma- nidad y el deber, y eada una de estas co· nexiones implica responsabilidad. Las obli- ga(~ion e~ rodean o u es tras vi das por toda.s partes; los deberes nos llegan de donde quiera; cada relación humana es solemne con su peso de responsabilidad. Pensamos unn. vez más, y hallamos que la -vid.a tiene otra relación: ir a,nte el tri· buna.kde Dios. Debemos dar {~nenta de to· da.~ n'riestr=a:·s acciones her,has en el cüer'po. Leemos más profunrlamente en la divi'na l'evelación, y apretJdemos que¡esta respon- sabi 1 idad se extiende á los rn"ás ligeros ac~­ to~. palabras y pensamientos qne pl'oceden de la mano, el labio y el corazón. Alcanza aun á las inflaenr,i_as. qpe ~e exhalan ·de no- sotros como la fraganeia de la fiot. 'rene· mos que eocontrar nuestra vida entera otra vez delante del trono de Dios:~, y dar cuent.a no solarpante de lo que hemos hecho n1alo y bueno, sino también de todo lo que. de.- biénl.mps haber hecho; de las·posi bi 1 idades no desarrolladas de o uestra vida y sus des- (~uidadas oportunidades. Ltt Reliqión de Oa.da . .Día. •l' ";'" • 1 L'a Biblia. haber logrado avasallar los espíritus y las mentes de los hombres. Se ha hecho notar ya, cuán difícil era la circalación y el conocimiento de las Sa· gradas Esc.rituras entre el pueb~o, antes de la invención de la imprenta, pues hasta. enton~es ~ólo se hallaba en manuscrito la· tino, por lo general, .Y como estos manus· eritos era.n escasos y costosos y el latín era idioma muerto para el vu-lgo, puede con ju~tir.ia. der~irse que el ·r,onocimiento de la Palabra de Dios era rnonopol izado por! el clero cató! ico romano, que sólo impartía al pueblo aquello qu.e le eonvenía, tan a- dulterado con sus. tradiciones y mentira~. que la nulificaban.por completo. l sí;·como los escribas y fariseos .en los-días del Señor ,J eS U~, el Clero también ·• '.haCÍa infructtxOSI) el mandamivnto.de Dios por medio -de su_.; tra.diciones .... ·e-nseñando por dnctri-nas los mandamientos de homhres." (S. Mateo 15: 6, 9.) Cuando· Gúttenherg, Caxton~ Tí-oda.le, Era~rno, r~utero y Cóverdale se valieron dH la imprenta para. propagar y difundir en· · tre la.s nar.iones civilizadas el conocimierlto · de la verdad ·r,ontenida en la Bi·blia, m u v pronto ·romprendió la lg:lesia católica ro-. mana ';. Entre las edie1ones impresas de !la~ Sa-' gra.das Esci'l"tn i·as está el Testa ment6-Gri·e- go de rurasmo.en. 1.5.19 y en 1522·, la ver~:ioh : áleman¡-¡. del Nnevo·'festamento.put· Lut'ero,;·~· publicada en 1523 y que'· es la que hoy ,Hía ·, se usa en .Alemania, y· la; tr:atlucción al in- (co?fcLusmN.~ glés' por Guille)·mo Tíndale del'N'uevo Te·s:. 'Ua in ve.nción de la imprenta fné de . ,la tam·ento. i ni presa en 1525. Cinc0 años· más , mayor i rn portancia para generalizar el en- tarde publicó su traducción de·npe·n.tateu.cb ~ · nacimiento de la Pa.labra·de Dios. . ;f, ó.los libros'de Moisés. ·, y¡ 1·> .. -~·· 'f ·: .": .. ; Digno es de notarse que uno de los pri-. La traducción de las Sagradas ·Escrito-·. meros escritos que se imprimieron á prin- ras al alemán por Lutero y .la traducción al · (~i pi os del siglo XVI fué parte de la Sagrada .: inglés por T:inda:le han ten·ido· un , intlnj-n Biblia y es admirable reflexionar qlle esto .:, enorme soorne ;·ta. htaGanidad..ny,sobre-la.hi~- ~uc~edió precisamente en aquel tiempo en toria. del mandD,' pu~ ht pt1-mera prepat"Ó ·. que las tinieblas espirituales habían llega,-_ el camino para la gran Reformación de la do á ser más densas; pues' la Iglesia Roma-.· :. Iglesia en los países dél Continente de E u- na, después. de siglos de infatigables y san-,<, ropa y la segunda comenzó la emancip·a- grientas luchas contra todo poder temporal .'. r,ión del pueblo inglés de la tirauhi espiri- y espiritual, y despué5 de haber desplega:~. ¡.: tnal de Roma. Tíndale tradujo al Nuevo. do toda su astucia y cueldad satániéa", Testamento dit·ectamente del-griego ori- parecía hi;Lber trinnfado p01·., complet() .y . g1nal, cotejándolo.!J comparándolo con la EL AMIGO DE LA VERDAD. 155 versión alemana y con la Vulgata Latina. Resalta la magnífica calidad de la obra de Tíndalé,en el hecho de que todos los eru- ditos que han emprendido subsecuente- mente la traducción al inglés de las Sagra- das Esrritur:,as po han podido haeer más que cambiar algunos _detalles insignifican- tes de lp, traducción de aquél. Guillermo Tínd\:l.le era un hombre senci- llo, de corazón recto y espíritu heroico, recibió una bu.ena 'educación clásica en las Universidades \le Oxford y Cáú1bridge: y sus estudios, .. su~ ,observaciones del mundo y su propia ex-periencia 'c~ristiana le hicie- ron comprender, segun él mismo dice:- "que no es pos~ble establecer al pueblo en ninguna verdad, salvo que se le presenten _ claramente las 8agradas Escrituras en sn propia lengua." Guiado y sostenido por el Espíritu de Diós, se resolvió á presentar al pneblo inglés una traducción fiel de la Bi- blia y lo llevó á efecto después de diez años de arduo trabajo afrontando los vicisitudes, el destierro y la oposición de los obispos y príncipes y-ganando a 1 fin la corona del martirio, pues al fin el pnder .romano lo llevó il, la hoguera. La impresión del primer N u evo Testa- mento en inglés la comenzó 'l'índale en Co- lonia en 1225, en la .imprenta de Pedro Quentell; pero fué interrumpida la obra por la persecución em_prendida por un fanático· católieo llamado .Juan Cochlaeus. Tíndale y~su compañero, un fraile llámado Roye huyeren á Worms y allí en la imprenta de Pedro Schoeffer co~npletaron su obra é im- primieron ·dos ediciones de ella qu'e man- daron á Inglaterra en 1526, pero los obis- pos católicos ingleses pronto deú un ciaron esos lihros como pernieiosos y lograron que gran parte de ellos fuesen quemados publi~ camente por el verd11go. -Esto había sido previsto por Tíndale y sólo aumentó su ce- lo y determinación de dar á sus compatrio- tas el conoeimiento de la Palabra de Dios. El ejemplo de 'l'índale fué seguido por ·otro~, el pueblo inglés llegó?, po~eer la Bi- blia en su propia lengua y el con.ocimiel.lto de la verdad que ~e halla en la Palabra de Dios le hizo desechar para siempre el yllgo de la Iglesia Católica Romana. Desde que tal cosa hizo, desde que la Biblia se en- cuentra en todos los hogares del pueblo inglés y se lee en tod,a~ sus iglésias: en. el irliom·a del pais, y se enseña en sus escue- las, la Inglaterra ha crecido en poder, ~n eonoci mi en tos, en riqueza, én población, en posesiones coloniales. Sus hijos, persegui- dos en un tiempo por reyas que se incliná- ,~\u00edl,an, otra ~e~ al c~tolicismo,, emigraron al 'N.nevo Mundo, llevando consigo la Biblia . y .los priqcip.ios de yerda~era :t n?ble li- bertad que provienen del conocimiento de la verdad de Dios. Formaron en Norte América una nueva· y poderosa nación y hoy día la Inglaterra y los Estados U nidos va,n á la vanguardia de las naciones del mundo, porque sus pue- blos ~onoc~en la Biblia_:__la Palabra de Dios --y la llevan á todos los demás pueblos de la tierra, á cada cual en su propio idioma. En esoR paises anglo-sajones se repite la his- toria del antiguo Isrrael-Dios está con ellos porque conocen y aprecian su Palabra. Pero Dios no hace excepeión de personas ó pueblos~ sus .mercedes, sus promesas y sus bendiciones· son para todos y he aquí ;se encuentran en-LA BIBLIA. F. DE P. S. S6@@IÓN Jd~ 8;~~~ y dg T@lll pgpan.@ia _ ~" El SOPLO DE VtDA. ..--" El grado de actividad vital·de qu,e somos capaces se mide exactamente por la canti- dad 9e oxígeno que respiramos. El pájaro que se cierne sobre las nubes tiene enormes pulmones; aun sus huesos huecos se util\- san para la respiración; casi se puede decir que un pájaro respira hasta el mero extre- mo de sus dedos. , . La rana, por otra parte; no tiene pecho, sino·tneramen·te una pequeña bolsa respi- ratoria, que se llena ~omparativamente á largos intervalos. Compárase la actividad de la golondrina, cuyo vuelo es igllal á la velocidad del tren, con la de la rana, can- tando .entre el lodo y las miasmas del. agua -estanc:anda. · U na persona con pulmones robustos es-. ti m u lados por un ejercicio de los miembros, _ ya se'a paseándose á pie ó en bicicleta, ó por cualquier otro ejercicio saludable, con un cerebro limpio de telarañas mentales, con sangre p.ura, dando yigor á cada mús- eulo y nervio; tal per~ona, y solamente és- t~, podrá cernirs_e y elevarse sobre las nubes para vivir en la gloriosa luz de per- petuo sol; al paso que la persona que se estancá en ,el escritorio, qu~~ pasa ~oras en . vanos 'ensueños, leyendo. novelas ó senta- do en un'a cómoda silla, sea por inclinación ó por falta de apreciación de la u.ecesidad de un ejercicio corporar constante y vigo- roso, tal persona no puede levantarse de la tierrra, y nunca puede elevarse. El que es de la tiérra, tierra es. Vivirá co.rno la ra- na, revolviéndose en los cenegales de las enfermedades . J. H. KELLOGG, M. D. ! ·. ', ~: .. 156 EL AMIGO DE LA VERDAD. LA PRO"FESION MEOIGA Y El USO MODERADO DEL VINO. El D,.. Hirs(~htield, médiro hien ronocido de ~ifa'gdeburg. Alernanifl; fué pnesto prA- so recientemente ha{~iéndosele el cargo de mala prár.tica. El (~argo específico era q ne había rehusarlo darle aleohol á uno de ~n~ enfermos qne se suponia lo necesitahfl .. 1~1 doetor, como lo~ tnédieo=" ale mane~ · más a ven tajados, e~ tú, desechando el 1 i<~or de sn práctica, é hizo trtn ardiente rlefen~a, que la corte no solamente de~pidió ;-1,\ médico, sino fijó el f•osto de la defensa eontrfl la proJe<~ución. lo han demandado, es de donde depende toda, 1 ::t he r m andad de 1 1 ir o r, más que d n otra <~osa. para flefenderla del oprobio y justo r.astigo por los males que su tráfico ar.arrea á la soeiedad; y es porque el Cctriti- nero y el éhrio se o<~u 1 ta.n tras esta capa quA es tan dificil ha.f~er que desistan de su mal, ya sea por persuasión moral ó por la ley. Los médicos r.n gr.neral son solamente los qne tie11Pn que vencer la. fuerza del há- hit,o y:la co~t.nrnhre prectominanbe en me- dicina !Jflrrt hallar nn ex<~elente camino. 1·.nando erhen uor~. mirada hacia atrás f•on admirable sorpresa. de que ellos eomo in~ dividno" y miemhros de f1na pro·fesión hon- rada se habían eomprometido hasta aquí. VISTA JJflJ LA I!IUD.AJJ DR OHIUAOO EX 1880. ,., El Dr. I:J-reelle, de Boston, al termina.r un dis(~nrso dirigiénrlo~P. á todo~ léls mie.mhros de la asociación médica de esa ciudad, dijo: •·No·se ner.esitan argnmentos parrt con- VAnr.eros de que Jos 'que venden li~ores rle- penden hasta eierto pun'to de h, profe~ión médica dara mantener 1(\,. resprtabilidild dP. ~u ~ráfiPo. Vuestra pro¡.íia_· experietJ ,.¡a y observa<•tone~ bastan para ('On.verwero~ de qne el hehedor moderado depende eh~ la profesión n1édiea,' de la~ reeP.tas y re1:omen · da.r.ione~ ·para ~u nso An rh u e ha~ ot~a~iones para l·il apar:entwre:-\petahJii;~Ja J eh~ sn há· hito de beber, aunque sea :con ·rrioClerar~.ión. De los miembro~ de la prufe~ión mééii1~a y de la.s leyes excep~iqnales q•w siempro El vino es mofador, el lii;Or embriagante es turbulento, y todo aquel q•1e se deja ex- travin.r_por él no ~erá sabio. Pre8ent T1·u th. · ~ ~:;~hln ~n~~nil ~ EL ESPIRITU DE VIDA. . 1 ,1 ~· Ac~néhLt.tA dP. ·tn· Créadot~··en los días de tn juventntL·'' Hetnos'esti1-s el que nos ha,~e ver y oir y el mismo poder es el que nos hace habla,r, pensar y movernos. ··Mas hay di- versidad de dones, pero u no mismo es el Espíritu.,. Hay diversidad de operaciones. pero·uno mismo es Dios, el cual lo obra to- do en todo.'' Todos los miembros d-e nuestro cuerpo están formados para el uso del Espíritu Santo, como un medio para que entre y nos use corno instrumentos. Por medio de nuestras narices y pui mones sopla su vida en nosotros, y todos nuestros sentidos vie- nen á ser un medio para que Dios se comu- nique con nosotro.". · El se presenta ante nuestra vista en to- das las cosas hermosas que vemos al derre- dor de nosotros~ las euales reflejan la. her- mosura de Dios. En todos los acentos me- lodiosos, en el canto de las aves, en la mú- sica, en el mar, en el poderoso estrépito del trueno, y en su Santa Palabra, entra por nuAstros oídos en su propio templo. Y si también le dejamos que use nuestra lengna, nuestras manos, nuestros pies, y todos nuestros 'miembros para que haga su santa voluntad, se manifestará á otros por medio de nosotros. E. J. w AGGONER. El MATRIMONIO DE ISAAC. LECClON l. PARA EL 1 DE OCTUBRE. (GEN. 24.) l. PRELIMINAR: l. Abraham bendecido. (a) En edad. (b) En todas las cosas. verso l. 2. El juramento. (a) Con quién. verso 2. (b) Por quién. verso 3. (e) Lo que fué. ver~ sos 6, 8. (d) La eondición. versos 5, 8. (e) La cor;dirmación versos 2, 9. 3. Estímulo. verso 7. Il. PARTIDA DEL CRIADO: l. Preparaeión. verso 10. 2. A qué país y ciudad? _verso 1 O. III. EN EL POZO: l. Dónde y á qué hora del día? ver. 11. 2. Oración, versos 12-14. 3. Eneuentro con Rebeca. (a) Su linaje. ver. 15. (b) Su hermosura. verso 16. (e) 8u earácter. verso 16-20. (d) Las reflecciones del criado y su con 'Tersación con Rebeca. versos 21-25. 4. Acción de gracias. versos 26, 27. IV. EN LA CASA: l. Primera información. verso 28. 2. Invitación ó bienvenida. vs. 29-31. 158 EL AMIGO DE LA VERDAD. 3. Hospitalidad. versos 32, 33. 4. Discurso del criado. (a) La prosperi- dad de Abra ha m. versos 34, 35. (b) El úni- co heredero. verso 36. [e] El j u ram en to. versos 37-41. id] Eu el pozo. versoR 4~·48. [e] La cuestión im porta.nte. verso 49. 5. Resultado -próspero. [a] El <~onsen­ timiento. versos 50, 51. [b] Coito. verso 52. [e] Presentes. verso 53. [d] Prisa. ver~o 54. [e] Se le consulta á Rebeca. vs. 55 58. 6. La partida. [a] Quién. versos 59, 61. [b] La bendición. verso 60. EsTUDIO ADICIONAL. l. Qué es lo que revela la verdad de la declaración del 8eñor tocante á Ahraham, en Gén. 18: 19; y qué en la vida del siervo de Abraham~ 2. Quién fué el qoe eligió realmente la espo~a de Isaac; por qué medios·? 3. Por qué no quiso Abraham que vol- viera Isaac á la tierra, de su parentela; por qué salió Abraham Je so tierra y de entre sos parientes'? 4. Qué debe preceder y seguí r á f~ada. acto importante? Dehe precederle la ora- ción y seguirle la acción de graeias. 5. En qué pensó el siervo primeramen~ te; y final mente? . 6. Qué lección tenemos en este capítu- lo para los padres de familia; y para los hijos? 7. Quién oró ind udablemr.nte además del siervo para qoe éste tuviera éxito en su e m presa? 8. Cómo se manifiesta en este capíto lo la fe de Abraham, de Isaac, JAI siervo de Abraham y de los otros: cómo debemog manifestar nuestra fe en la providencia de Dios; puede un siervo de Dios creer en la mera casualidad? 9. Quién acompañó al siervo de Ahra- ham; Quién nos acompañará á nosotros~ 10. Qué característicos de Abraha.m, de su siervo, de Rebeca, de Lahán y de Isaac, se pre~entan en este capítulo? 11. Qué edad tenía Isaac cuando se ca- só? cap. 25: 20. Qué tanto tiempo después de la m oerte de Sara~ <:a. p. 17: 17; 2¿3: l. ~i}: JAGOB El SUPLANTADOR. LECCION ll PARA EL 8 DE OCTUBRE. (GEN. 25: 27-:~4; 27: 1-40.) l. Cuáles eran las resper.ti vas neo pacio- ne.J de Esa u y .J aeob? cap. 25: 27. 2. ·Quién era el mayor; qué fué revela- do tocante á ellos: qué edad tenía Isaae al tiempo de su nacimiento·? ver~os 23, 26. 3. A quién amó Isaac, y por qué; á quién amó Rebeca; á quién amó Dios? verso 28; Rom. 9: 13; Juan 3: 15. 4. N árrese las circunsta,ncias por las cua,le~ Esaú menospreció su primogenitu- ra. versos 29 34. 5. Qué se propuso hacér Isaac antes de su muerte; qué le dijo~" Esaú que hiciera~ r,ap. 27. ,. 6. Quién oyó lo que le dijo Isaac á Esa u? verso 5. 7. A q•1ién le manifestó ella esto? ver- sos 6-10. 8. Qué obj8ción hizo Jacob á-este plan~ verso~ 11, 12. 9. Qué le respondió su madre? ver. 13. 10. Qué hizo entonr,es J acob? ver. 14. 11. Qué especiale~ precauciones se to- maron para completar este plan engañoso? versos 15 17. 12. Dése \;-t conve1sación introdur.toria entre .Jaeob y su padre. versos 18-24. 13. Qué tan completo foé el engaño'? versos 23-25. 14. Después de qoe Jacob se acerc.ó á Isaac y le besó de qué manera le bendijo Isaac~ ven"' o 26 29. · 15. Quién entró inmediatamente des- pués de que salió Jar.ob; qué había her.ho tamhién él; qué conversación tuvo lugar? versos HO 9:!. 16. Qué impreRiÓl1 hizo esto en Isaac; y sin embargo qué dijo~ verso 33. 17. Qué efecto hicieron las palahraf3 de Isaac en Esc:ú y qué petición le hizo Esa u? verso 34; Hehreos 12: 17. 18. Qué dijo Isaac que había hecho ;J a- co b? verso 35. 19. Qué dijo Esau de elln; y qoé pre- gunta hizo~ verso 36. 20. Coál fué la ret'puesta de Isaac? ver. .37. 21. Cómo solicitó aún Esa u su petición? verso 38. 22 Qué bendición le dió Isaac~ versos 39, 40. LA FUGA DE JAGlJB. LECCION. Ill PARA EL 15 DE OCTUBRE. (GEN. 27:41-46; 28:1-5, lü-12.) l. Por q né a borrer.ió Esa.ú á .J acob sn hermano? verso 41, (primera parte.) 2. De qué manera manifestó Esaú el grand0 aborrecimiento que le tetJÍa.á, .Ja- cob~ verso 41, (la ultirna parte.) 3. Cómo supo Jar,ob que so hermano tenía el intento de matarlo? v"erso 42. 4. Qoé consejo le díó Rebera par..l. q o e se librase de la mano de Esn toda prontitud de ánimo .laPa- labra de Dios. E. G. WHITE. -»«- PENSAMIENTOS. Cree que Jesus salva ahora. Jesús calma las rugientes olas. Hay lugar en el cielo para tí. Todos están invitados al banquete del Evangelio. -·Jesus no solamente es Salvador, es tam- bién Defensor. .Ahora es el tiempo en que•se le debe re- cibir. Jesús da descanso ai·alma fatigada. 8eremos hechos perfectos por su amor. .Ahont e.s el tiempo para ~alvar Ú, los perdido~. · . ¿Ü' habéis alistado en el rjéreito del ~e­ ñor? . ~:~táis invitados ;'t qne os ht)SpeJéis c•on el Rey. Cree solamente, y algún día le verás eo- mo él es. Si esperamos alrHnz~r el <·ielo debrmns con :fiar constan te m ente. Jesús sanará laJ heridas recibidas e11 la vida. E'Jc. -»«- LA OPINION DE UN LEGO. Se ~uenta una hi~toria ~uriosa de nn pa- rroqrliano del Dr. Ma<·knight, quien esLri- lHÓ la ··Harmonía Je lo.-; Uurt tro ~~van ge- l ios." Este parroq uia,no era herrero, .Y_ (~reía que escnbir un l1.hro e,ra perder el ~I,em¡Jo qué debía dedicarse a'"' prepara,·Jon de sermones y visitar~ •. los enfermo .... U11 día se le pregnnt.ó si HU ministro e~t.aha en L"a- sa. Y culllo el mini~tru estitha en Edim- burgo ocupado en la impt:e~ió~ r~e SIJ lihro,. él respond 1Ó, '·no, s~ f~e. a, Ed1m burgo a har.er· una obra muy 1nutd. Al prPgnn- tarsele cuál podía ser esta obra inútil á la cual el ministrJ había dedieado s11 ti(~mpo ~atenciones, contestó: "Se ha ido á poner á cnatro hombres de acuerdo, los (~uales ~iempre han estado de a.cuerJv.'' Anon. -»«- TESTIMONIOS DEL DON DE DIOS EN JESUCRISTO. La Virgen Marí~:--·'Ento"'1n~es Ma.rí~ di- l.o: Enarandece m1 alma al 8enor; y mt es- 1:) ' o· . S 1 d '' L píritu.se alegro en-10s mi a va or. ue. 1:45,47. ,. ' 2. El ángel :-¡'No tema1s; porque he a; quíos doy nuevas de gran gozo, que sera para todo el pueblo: que os ha nacido huy en la ciudad de Da.vid ut1 Salvador) qne es Cristo el Señor." Lucas 2: 10, 11. 3. Juan Bautista:-''Ve Juan á Jesús que venía á él, .Y dice: He aquí el Corder~ de Dios que quita los pecados del mundo. Juan 1: 29. 4. El Señor Jesucristo:-" Porque de tal manera amó Dios al mundo~ que ha dadu á su Hijo Unigénito, para que todo aquel que en él ?ree no s~ pierda, mas tenga vi- da eterna.·' .Juan 3: 6. 5 Apóstol Pedro:-"En ningun otro hay salud: po1·que n.o hay otro nombre de- bajo del Cielo dado a los hombres en que podamos ~er salvos." Hechoe 4: 11. La Luz.