ARO
ha Ssuranz Gesiong
> ‘hace ; mucho testo, encontré “an
e era renombrado en el distric-
to brain como <hombre perdido»: Te- | ¢
niendo ocasi6n, le hablé del’ poderde Dios
‘para salvar de todo pecado. Cuando estu- |"
-ve mostrandole la potencia divina, me mi-
“16 bien en los ojos, y vi que se interesaba
‘en las cosas que le habfa dicho. «Sefior,
~ me.dijo,ya sé que Dios es amante y omnipo-
tente, pero yo soy «hombre perdido», y no
creo que hay perdén para mi». Entonces
le pregunté: «Crees tit que la Biblia fué
eescrita para ti?» «Si, sefior», me respondio. |
«Crees ta que la Biblia es ellibro de Dios
‘para revelarnos su santa voluntad?» Me
contest otra vez que si. Le pedi que me
leyera: Efesios 1:4. Lentamente él leyé:
_ «Segin nos escogi6 en él (Jesus)antes de
‘1a fundacion del mundo, para que fuése-
mos santos y sin mancha delante de élen
amor.»
Entonces analizamos juntos este verso.
«;Quién nos escogit?» le preguntaba. «Cris-
to?» «;Cuando?» «ANTES de la fundacién
‘del mundo». «;Para qué» «Para que fué-
'semos santos y sin mancha?»- «;Para quién
esta escrita la Biblia?» «Para mi», me con-
testd. A quién especialmente escogi6é Je-
sls?» «A misefior», dijo. «Cuando?» <AN-
TES dela fundacién del mundo», respondi6.
«Por consiguiente, hermatio, le  dije, si
Cristo hace miles de afios te escogi6 jpue-
des tener duda alguna que Cristo te reci-
bir?» De repente su cara se.iluminé de
gozo. Vi que comprendia algo de la benig- |
nidad de Dios para con €l, y me despidio te-
niendo la" seguridad que Cristo le habfa per-
donado, y que le habia dado la vida eterna.
~~ Puede ser que ta, querido lector, estés
~ 'lieno de dudas. Satanas te’ quisiera’ desani- |.
3 mar. El glee hacerte creer que eres de- {2
Taha
El iss & mf me
ura», Juan 6,37
esl is. A .quién? Aty
4. mi. Me recibira pues? Gloria a Dios, la
“No le echaré fuera». Pues
siendo fo tan misericordioso, que nos
extiende su brazo para atraernos & él ste-
nemos el derecho de dudar que no. cum-
plird su. promesa? Oile otra vez, «vivo yo,
dijo Jehova, que no quiero la" muerte del
impio, sino que se torna el impio de su ca-
mino, y viva»: Egequiel 33:11.
Dios no puede mentir, el universo ente-
ro esta basado sobre la palabra divina; y
si Dios faltase de cumplir sus promesas,
todos los mundos ‘lejanos, y el nuestro,
caerian en el espacio desconocido en eon:
fusion tremenda. Pero el cielo y la tierra
pasaran, mas la palabra 6 promesa de Dios,
no pasard. Asi mientras que vemos res
plandeciendo nocturnamente las bellas es-
trellas, y durante el dia la luz del sol, de-
bemos estar consolados,. porque éstas son
sefiales que Dios es fiel | cumplidor de sus
promesas.
- Pero alguien objetara: «Como puedo yo
ser salvo?» Dios le responde: «Cre= en el
sefior Jesu-Cristo y serés salvo » Actos 16.31:
No piensas ganar la salvacién por tus pro-
pias obras; porque ya son .comparadas a
«trapos sucios.» Isaias 64; 6: <El que cre-
yese en Jesus tiene vida eterna.» juan 3:16:
‘Aqui no nos dice <tendra vida eterna», no,
alabado sea Dios, dice que «tiene» ahora.
+Crees ta esto, querido lector? Entonces
ten la seguridad que «tienes vida eterna.»
Facil es'que Satands vendr4, y te mostra-
‘ra una larga lista de pecados pasado, co-
mo hizo 4 Lutero, Un dia que Lutero esta
it” estudio, Satanas’ se le acerco con ,
le’ ness una Jarga | lista ¢ de: pe:
ec cado. anto. Otra lista. le fué Ex
todavia, sin embargo. Lutero |
los. reconocié a todos
dalta 2 1a} lista una cosa
| todo pecados. 1 Juan 17
~ El pobre esclavo en su vil sorviunine,
no puede cantar el cantico de los libres,
porque es extranjero & la libertad. Pero
una vez que estan rotas las cadenas que le
aprisionan, él no puede menos que bailar de
gozo Jporquér Porque la proclamacion le es
leida indicandole que es libre. El lo cree
y pone su creencia en practica, y abando-
na para siempre la esclavitud que antes
le sumia. ¢Quieres ti hacer lo mismo?
Antes estuviste en servidumbre; ahora es-
tas libre, porque Cristo ha pagado el pre-
cio de tu rescate. Créelo y estaras de ve-
ras libre. Y entonces el espiritu de Dios tes-
tificara que tu eres un hijo de Dios. Roma-
nos 8:16 Teniendo esta gloriosa seguridad
tendras un manantial de gozo, paz, amor
y paciéncia, siempre manando de tu cora-
zon, Galatas 5:22,23:y todo el mundo vera
la diferencia entre la religion nominal, yla
verdadera religion de Jesu-Cristo. Porque
conociendo que «ahora eres hijo de Dios»
1 Juan 3:1,2;y teniendo la esperanza de
estar un dia con Cristo, nos purificarémos
de todo lo que es impuro y contaminoso
en el mundo, ¢Has aceptado 4 Jesus queri-
“do lector? Si n6, hazlo ahora sin mas de-
mora. Dios promete hoy el perdén; pero
para MANANA ni una promesa hay en toda
la BIBLIA.
JuaN Mc CARTHY
in del fade
en ellos a y Bosoarin en ol ctl por
tanto. Jehova. bendijo el dia de descanso y
lo santificé». Ex. 20:11. Sin: embargo, pue:
de ser de algiin interés observar uras po:
cas de las declaraciones hechas por.emi:
nentes escritores sobre esta importante
cuestion. : vil
«La observancia religiosa del Sibado fué
el primer estatuto 6 mandamiento que Dios -
di6 a los hombres». Dr. A. Clarke, Comen-
tario sobre Eseq. 20:12.
«Al fin dela creaci6n el séptimo dia fué:
separado por el Altisimo para tales desig-
nios.... Ademéas hay vestigios de un S&- -
bado desde el principio del mundo». Dr-
A. Barnes. Nota sobre cl Gén. 2:2.
«De esta manera fué¢ sefialado por Dios
el séptimo dia, desde el principio del mun-
do, para que se observase por la humani-
dad como un dia de reposo, en recuerdo
de los: grandes beneficios recibidos en la
formacién del universos Dr. Kitto, Histo-
via de la Biblia, p. 67. o
«Dios no dej6 este hecho, la creacion,
base de mil volamenes, que se dedujese de
argumentaciones abstractas, viciadas tra-
diciones, ingeniosas analogias, 6 plausibles
conjecturas; sino de institucion monumen-
tal que fué tan universal como los anales
del tiempo, como el nacimiento de las na:
ciones, y como la lengua que hablan los
mortales. Una institucion, también, que, no
obstante su demanda, no sélo de la séptima
parte de todo tiempo, sino del séptimo dia
en una sucesion sin interrupcion, fué cele-
brada desde la creaci6n hasta el dilavio,
| ‘durante el diluvio, y después del diluvio
{ hasta que laley fué dada». lex. Gomphel :
+ | Lecturas populares, 8. 4 283, 284 Cs